Cada año, durante la temporada de cosecha de trigo, la gente viene a comprar materia prima de paja. Estas pajitas se trituran, se secan, se granulan, se enfrían y se empaquetan, y luego se convierten en gránulos y se venden a plantas de energía como combustible para la generación de energía para uso secundario. De esta manera, la paja pasa de ser basura repugnante a gránulos de biomasa.
A través de la reutilización de la paja desechada, no sólo los camellones del campo están ordenados, el manejo de los cultivos de otoño es más fácil, pero lo más importante, los ingresos de los agricultores aumentan. A nivel internacional, la energía de biomasa agrícola y forestal se ha desarrollado ampliamente y se ha convertido en una importante fuente de energía alternativa.